29 de septiembre, Día Mundial del Corazón: Fisioterapia cardíaca, la ayuda para un corazón más feliz

 

 

Con un artículo de nuestro colegiado Fran Ferrer Sargues, el ICOFCV recuerda que el fisioterapeuta ayuda a las personas que sufren patologías cardíacas a conseguir un estilo de vida más saludable que les permita reducir los riesgos en el futuro.

 29 de septiembre, Día Mundial del Corazón: Fisioterapia cardíaca, la ayuda para un corazón más feliz

Hoy 29 de septiembre, Día Mundial del Corazón de 2015, el Ilustre Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana recuerda que para combatir las enfermedades cardíacas es clave llevar un estilo de vida saludable y subraya el trabajo desarrollado por el fisioterapeuta en este ámbito, ayudando a la persona que sufre una patología cardíaca a llevar una vida más sana a través del ejercicio.

Nuestro colegiado Fran Ferrer Sargues, especialista en esta área, ha redactado un artículo en el que aborda los aspectos clave de la Fisioterapia cardíaca. Ferrer asegura que la implantación de los programas de rehabilitación cardíaca ha modificado el concepto sobre las patologías cardiovasculares y el riesgo que conllevan. “Realizados por el fisioterapeuta, coordinados por cardiólogo y médico intensivista, y con la estrecha colaboración de psicólogo, nutricionista, enfermería y otros colectivos, estos programas han supuesto una revolución en el ámbito cardíaco. Comprenden un conjunto de medidas multidisciplinarias (ejercicio físico, control de los factores de riesgo cardiovascular, aspectos psicológicos, nutricionales, sociales, laborales y sexuales) encaminadas a conseguir un cambio en el estilo de vida del cardiópata de por vida”.

Dichos programas se dividen en 3 fases diferenciadas: en la primera, se explica el programa y se buscan los factores de riesgo modificables; la segunda comienza tras una prueba de esfuerzo realizada por el cardiólogo y durante 3 meses aproximadamente el paciente realiza sesiones en grupo de ejercicio físico monitorizado y controlado en todo momento por el fisioterapeuta.

“Las sesiones contemplan una primera parte de calentamiento, donde se realizan ejercicios suaves con diferentes elementos, como por ejemplo bandas elásticas, balones medicinales o colchonetas, entre otros. Tras esta fase de preparación, se hace un entrenamiento en cinta de correr o bicicleta estática durante 30-40 minutos, modificando parámetros de velocidad, inclinación y resistencia según el criterio del fisioterapeuta, para poder observar cómo se comporta el corazón ante los esfuerzos, y si se consigue un pico de frecuencia cardíaca de entrenamiento y una buena recuperación cardíaca. Finalmente, es necesario un enfriamiento con estiramientos de grandes grupos musculares, sobre todo de miembros inferiores (cuádriceps, gemelos, isquiotibiales, etc), que son aquellos que más se han trabajado en la parte aeróbica”.

Tras ello, se inicia la tercera fase, ya de forma extra-hospitalaria. En ella, el paciente cardiópata debe seguir con el nuevo estilo de vida que ha adquirido para conseguir disminuir los factores de riesgo.

Para multiplicar la efectividad del programa de rehabilitación, es necesario que los fisioterapeutas “sepamos captar, concienciar y adherir al paciente, consiguiendo reducir la morbi-mortalidad de la patología cardio-cerebrovascular, para así aumentar la esperanza y la calidad de vida”, indica Fran Ferrer.

Para leer el artículo completo descargar pdf adjunto.