El decano del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunitat Valenciana (ICOFCV) explica en Radio Valencia SER los efectos que la pandemia ha causado en esta profesión sanitaria.
El confinamiento en las casas particulares y el teletrabajo conllevan paralelamente unos problemas añadidos para los inquilinos: falta de movilidad, entumecimiento, rigidez en músculos, dolor de cuello, espalda... Para estos casos, y otros, viene muy bien la visita al fisioterapeuta.
Radio Valencia Cadena SER ha entrevistado al decano del Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Comunitat Valenciana, José Casaña, para hablar sobre los efectos del coronavirus en la profesión de Fisioterapia.
A nivel privado, el ejercicio de la Fisioterapia ha sido difícil porque "en materia sanitaria el Gobierno no supo definir cuáles eran nuestras funciones, dejando incluso algunos vacíos en la normativa", explica Casaña.
La Fisioterapia en el ámbito domiciliario ha sido una de las actuaciones que más se han llevado a cabo en este periodo de estado de alarma. También hubo centros que estuvieron abiertos, aunque en menor medida, ya que muchos, por responsabilidad ciudadana, optaron por cerrar sus clínicas para evitar contagios y no ser un vehículo de transmisión del coronavirus. No obstante, aquellos pacientes que necesitaron atención fisioterápica, la tuvieron.
José Casaña reivindica la Fisioterapia como algo más que una técnica y una terapia: "Forma parte del ámbito sanitario y es como la medicina, la enfermería o la psicología".
En enfermos con coronavirus se han aplicado los procedimientos de Fisioterapia respiratoria -que no es una especialidad propiamente dicha- a los pacientes con la COVID-19, enseñando al paciente a respirar, cómo afrontar un esfuerzo, cómo llevar la apnea.
"La otra gran estrella", recuerda Casaña, "ha sido la cinesiterapia (terapia del ejercicio). Dado que los pacientes han tenido que permanecer en sus casas, se les han prescrito una serie de ejercicios para que ejecutaran en sus propios domicilios".
Una de las primeras actualizaciones que tuvieron que llevar a cabo fue adaptarse a la "telerehabilitación", a través de varios webinars. Pero también se han tenido que poner al día en materia higiénica para poder atender a los pacientes con plenas garantías: guantes, mascarillas y otras medidas higiénicas, algo muy importante ya que en esta profesión existe un contacto directo con el paciente.
"Durante este periodo nos hemos encontrado muy desamparados y sin el apoyo para poder ejercer esta profesión de forma segura", se lamenta Casaña. "Pero a pesar de las adversidades, la Fisioterapia en la Comunitat Valenciana ha ofrecido sus servicios según iban eliminándose las limitaciones".
El estado de ánimo de los profesionales ha ido cambiando. Al principio, estaba por los suelos. Los fisioterapeutas se lamentaban de tener la clínica abierta pero sin que los pacientes entraran por miedo al contagio y sin que los fisioterapeutas supieran muy bien cómo actuar.
"Actualmente, los fisioterapeutas aplican todas las medidas de seguridad e higiene y es totalmente seguro acudir a las clínicas", afirma el decano del Colegio de Fisioterapeutas.
Por último, a quienes todavía teletrabajan y/o permanecen sentados muchas horas por cuestiones laborales, ahí va una serie de recomendaciones:
- Primero, ser conscientes de que nuestra casa no está adaptada (normalmente) para trabajar como sí lo está en una oficina; sin sillas ajustables, con mesas a una altura poco adecuada...
- Mientras hablamos por teléfono o consultamos un libro, podemos realizar ejercicios mediante una goma elástica (conocida como Theraband).
- No pasar excesivo tiempo en la misma postura.
- Dividir las horas de trabajo.
- Atender las llamadas telefónicas de pie.
- Aprovechar el ordenador portátil para cambiar los lugares de trabajo.
En definitiva, "moverse, moverse y moverse".
Puedes escuchar aquí la entrevista completa a José Casaña Granell aquí: entrevista SER Valencia al decano del ICOFCV.