´Las terapias alternativas son frecuente puerta de entrada del intrusismo sanitario´

Enrique García: "Hay pseudoprofesionales que pretenden hacer tratamientos sin ninguna titulación, y eso está prohibido"

A través del coordinador de Intrusismo y Deontología del Colegio de Fisioterapeutas de Castilla y León, Enrique García Garcés, esta institución colegial se suma a las quejas de que la Fisioterapia es una de las profesiones sanitarias con más intrusismo, y lo es porque muchas veces “las terapias alternativas se utilizan para practicar unos tratamientos que legalmente solo pueden hacer los profesionales colegiados, explica García en una entrevista concedida al periódico La Opinión de Zamora.

Entrevista a Enrique García, coordinador de Intrusismo y Deontología de CPFCYL

-¿Cómo está el problema del intrusismo en su profesión?

-El de los fisioterapeutas es un colectivo que lleva ya muchísimos años, como cualquier profesión y más sanitaria, que está muy controlado porque en este mundo se cuela gente que nosotros llamamos pseudoprofesionales, que sin ningún tipo de titulación oficial pretenden hacer tratamientos, algo totalmente prohibido. No solamente por el lucro o el daño que puedan hacernos como colectivo, porque somos una profesión que tenemos bastante trabajo. Pero entre nuestros deberes como colegio está la protección de la salud de la población en general. Debemos exhibir siempre ante cualquier paciente que venga nuestro número de colegiado, hemos de estar identificados en todo momento. El paciente sabe que está ante un profesional sanitario porque tiene una colegiación.

-¿Por qué se quejan tanto de intrusismo?

-El abanico se abre en lo que se llaman terapias alternativas. Además ahora es la época en que se están anunciado muchos cursos, empapelan las ciudades muchas veces con cursos de masaje, quiromasaje, osteopatía o reflexoterapia. Todas ellas son terapias que se denominan alternativas, es decir, que tienen regulación pero hasta el punto en que no se metan a hacer tratamientos terapéuticos. Es decir, son cursos dentro de las enseñanzas no regladas, que cualquier persona puede seguir por conocimientos, pero que no le facultan para hacer tratamientos. Por ejemplo, alguien puede hacer un curso de masaje y no pasa nada. Yo, sin tener ni idea de pilotar un avión, podría impartir un curso de pilotaje de avión comercial, siempre y cuando no dé un título que diga que la persona que ha asistido a mi curso puede pilotar un avión. Tú, porque a ti te guste, puedes aprender cualquier cosa, y es la puerta por donde se cuela esta gente.

-¿Dicen que no existe la osteopatía?

-Hoy por hoy no existe en España, aunque sí en otros países, como Estados Unidos, donde además tienen que ser médicos. En España desde la última regulación de las enseñanzas universitarias, es decir, donde la fisioterapia ha pasado a ser de diplomado a grado, la osteopatía entra en los temarios y planes específicos de fisioterapia. Nadie puede decir que es osteópata en España, porque no existe. Puede ser fisioterapeuta con conocimientos de osteopatía.

-¿Y si viene un osteópata con el título de Estados Unidos? Sí es verdaderamente un osteópata.

-Tendría que pasar por el Ministerio de Educación para convalidar el título con algo: bien médico o fisioterapeuta. Posiblemente con ninguna de las dos cosas, porque el Estados Unidos un osteópata es una persona acostumbrada a tratar el tema articular. Un fisioterapeuta en España es mucho más que un osteópata, porque tratamos también aspectos neurológicos, de niños, un montón de cosas. Digamos que la osteopatía es una pequeña parte de la fisioterapia. Al igual que si nosotros fuéramos a Estados Unidos tendríamos grandes problemas para que nos convalidasen algo. Son profesiones muy distintas y posiblemente un fisioterapeuta español tampoco tenga todos los conocimientos de un osteópata americano.

-¿Entonces quiere decir que existen osteópatas, pero no la profesión, al menos en España?

-Osteópata no existe como profesión, tal cual. Si alguien dice que es osteópata, está mintiendo. Y por supuesto no puede hacer tratamientos.

-¿Y si fuese un fisioterapeuta que supiese Osteopatía?

-Entonces sí, pero no podría decir que es osteópata, sino un fisioterapeuta con esos conocimientos. Pero ni siquiera decir que tiene esa especialidad, porque aún no existe. Y serían nueve años acceder a esos conocimientos, no un cursillo de tres o seis meses, que es un pitorreo. Ahora estamos luchando para que dentro de la fisioterapia haya especialidades, como en el caso de los médicos hay un traumatólogo o un neurólogo. Entendemos que nuestra profesión es muy amplia, y por eso nos quieren arañar por todos los sitios y tenemos que estar todo el día con el hacha en la mano porque hay un montón de profesionales que se intentan meter en nuestras competencias.

-¿Un masaje se puede dar sin ser fisioterapeuta?

-Si no es terapéutico, sí. Pero yo llevo 20 años trabajando y jamás me ha venido nadie a la consulta para que le de un masaje sin que le duela algo. Y si necesitas un masaje en plan estético, hay profesionales que hacen la rama de FP de estética. Es cierto que puedes hacer un curso en una academia y darte de alta en Hacienda, pero eso no quiere decir que reconozca tu título para ejercer la profesión. Solo te da el alta, no se mete en si la titulación es válida.

 

En la misma línea, y tras publicarse una noticia bajo el título "La osteopatía puede prevenir muchas enfermedades en los bebés", en el que se entrevista a Sandra Ballesteros, la cual se autodenomina quiromasajista y osteópata pediátrica, el propio García ha recordado que para poder ejercer una actividad sanitaria se ha de estar en posesión de estudios oficiales y estos deben estar dentro del marco de la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias, y además, no existe en nuestro país la titulación oficial de quiromasajista ni osteópata y mucho menos ningún tipo de especialidad referente a la pediatría. 

 

Ante esta publicidad engañosa, el CPFCYL ha puesto una denuncia ante la Dirección General de Salud Pública y ha advertido que lo hará con todas aquellas personas que publiciten sus servicios con finalidad terapéutica y no posea la titulación. El coordinador ha manifestado su preocupación dado que “publicitar tratamientos a bebés hace incluso más grave la noticia. El daño que puede sufrir un paciente en manos inexpertas puede ser irreparable”, señala García.



Fuente: 
La opinión de Zamora