Ramon Aiguadé: “La evolución de la profesión en los últimos años ha sido espectacular y nos esperan cambios de paradigma que consolidarán la marca fisioterapia como una necesidad social”

Fisioterapeuta y psicopedagogo, Ramon Aiguadé cuenta con una destacada trayectoria profesional tanto en el ámbito clínico como en el de la docencia y en el institucional. Actualmente es tesorero del Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña –antes fue vicedecano- y vicepresidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas. En noviembre habrá elecciones al Colegio catalán y se está planteando dar un paso al frente para liderar una candidatura. Hemos aprovechado su paso por Valencia para entrevistarlo.

Entrevista del ICOFCV a Ramon Aiguadé -Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña

Siempre nos gusta empezar con una pregunta esencial, ¿qué le llevó a ser fisioterapeuta?

La verdad es que fue un poco por accidente, una mezcla de tres cosas: la novedad, en aquel momento sólo había tres escuelas de fisioterapia en toda España, pertenecer a un ámbito familiar relacionado con la medicina que me aconsejaban esta profesión porque le veían un futuro muy prometedor y que en aquel momento estaba muy vinculada al ámbito del deporte, un área que me gustaba. Curiosamente, después me he dedicado muy poco a la fisioterapia deportiva y sí he explorado otras áreas como la geriatría y la traumatología.

Cierto, usted empezó en el ámbito de la geriatría, de hecho, fue uno de los pioneros en España…

Sí, al principio me dediqué básicamente al ámbito de la geriatría, que es donde desarrollé principalmente mi proyecto profesional. Organicé el primer Postgrado de Fisioterapia en Geriatría de España y las dos primeras jornadas catalanas de esta temática. Entonces era un campo en el que el fisioterapeuta prácticamente solo efectuaba un acompañamiento a la marcha de los pacientes, y toda esta formación que realizamos nos permitió pasar a un modelo más activo. En los años siguientes fui dejando el trabajo más asistencial, sin abandonarlo nunca, y empecé en el ámbito de la traumatología deportiva, que es en el que estoy ahora. A lo largo del tiempo, también he estado siempre vinculado a la docencia.

Después de estos años de profesión, ¿qué balance hace?

El balance es muy positivo, la evolución de la profesión ha sido espectacular. Hace unos años no nos hubiéramos podido creer que contaríamos con lo que tenemos hoy: un Grado de Fisioterapia, Doctores, Másters, nuevos campos como el Suelo Pélvico, o campos emergentes como la fisioterapia en Oncología, donde el fisioterapeuta va a aportar muchos beneficios al paciente, o el ámbito del ejercicio terapéutico, que va a representar un cambio de paradigma en la fisioterapia; estoy convencido de que vamos a saltar de un modelo de trabajo en camilla a un trabajo en movimiento. Seguramente pasaremos de la concepción que tenemos actualmente de un centro de fisioterapia donde mayoritariamente hay camillas y tratamiento pasivo, a otro donde las clínicas tendrán un pequeño gimnasio para hacer actividades. Nos esperan cambios de paradigma que consolidarán la marca fisioterapia como una necesidad social.

Esta tendencia que apunta, ¿está ya desarrollada en algún país?

Sí, ya lo he visto muy implantando en algunos países. Por ejemplo, en Sudamérica, el ejercicio terapéutico lo tienen mucho más desarrollado que nosotros. El fisioterapeuta es un mediador en el ejercicio y domina muchos temas en los que nosotros todavía hemos desarrollado poco, ni tan siquiera en el Grado o en la formación continuada. Japón es otro ejemplo. Allí, el ejercicio terapéutico en geriatría está totalmente implementado. En un futuro me gustaría llevar a cabo en España algo que he descubierto en mi última visita. En este país existen una especie de “gimnasios” para gente mayor que son dirigidos por fisioterapeutas en los que hacen tandas de actividad física adaptada a su condición física. Este es un proyecto muy interesante por la sociabilización de estos pacientes y porque les permite mantener su estado físico; todos sabemos que Japón es el país con la esperanza de vida más alta.


 

Siempre ha mantenido un vínculo con lo que se estaba haciendo en otros países ¿qué le han aportado estas experiencias?

Es una experiencia que te enriquece profesional y personalmente, de hecho, siempre recomiendo a todos mis estudiantes de la Universidad que salgan al extranjero y vean qué está pasando. Por ejemplo, Suiza para mí fue una vivencia; hice amistades con personas que luego han sido profesores de referencia en el ámbito europeo y cuyos libros he acabado traduciendo. Conocer otras realidades nos aporta ideas, nos hace crecer a nivel individual y también a la profesión.

Antes ha hablado de la formación. Usted dirige una de las principales empresas de España de este ámbito. ¿Cómo ve la formación actual que se imparte en fisioterapia en nuestro país?

Los estudiantes que hoy acaban el Grado de Fisioterapia salen mejor preparados de lo que salíamos hace unos años, pero como contrapartida hay mucha competencia y la gente se ve obligada a continuar formándose para poder ofrecer mejores servicios. Además, hemos pasado de un modelo de trabajar para terceros a uno en el que priman los autónomos. Muchos abren su propio centro de fisioterapia y tener que afrontar solo al paciente, la diversa problemática que hay, también obliga a una formación continuada. A ello sumamos un tema de responsabilidad profesional, seguramente somos la profesión sanitaria que más se forma a lo largo de nuestra vida. Todo ello ha supuesto un crecimiento exponencial de las empresas de formación, hay mucha oferta y en general de calidad.

Otro punto importante es la investigación. Hace muy poco que ha leído su tesis doctoral, ¿qué destacaría de este trabajo?

Para mí ha supuesto una gran satisfacción personal y profesional. Estoy muy orgulloso de haber aportado evidencia a mi profesión y una herramienta que puede facilitar la mejora del equilibrio en pacientes mayores para evitar caídas. El ámbito es novedoso no por evitar las caídas, esto se ha trabajado mucho ya desde la fisioterapia, sino por la herramienta utilizada, creo que innovadora. Son unos miniplatos de 7 cm y medio que puede fabricar el propio fisioterapeuta, es decir, es algo muy económico, y son muy sencillos, permitiendo al paciente geriátrico hacer un trabajo de equilibrio sin tener el miedo a la caída que sí tiene con los otros instrumentos que se utilizan habitualmente.Además he podido participar en diversos congresos internacionales como los dos últimos de la WCPT, IFOMPT's...

Es vicepresidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas, ¿cómo ve este organismo en estos momentos?

El Consejo es un lugar de encuentro y de compartir experiencias entre los diferentes colegios. Ha conseguido sacar tres proyectos para este 2018 que pueden cambiar el desarrollo de la profesión y de la propia institución. El primero está centrado en la oferta de formación gratuita para un amplio número de fisioterapeutas de los colegios españoles en el ámbito del ejercicio terapéutico. El segundo proyecto hace referencia a la calidad asistencial; haremos un estudio para saber la realidad de los servicios que estamos ofreciendo a los ciudadanos, para conocer qué hacen los fisioterapeutas, qué tiempo dedican por paciente, qué técnicas utilizan, etc. lo que nos permitirá tomar decisiones e ir a los políticos con información real a explicarles qué podemos aportar. Además conociendo lo que hacemos podremos ver como mejorar la calidad asistencial que podemos ofrecer Y el tercer proyecto es un vídeo que forma parte de una campaña de divulgación para explicar a la sociedad qué puede aportar el fisioterapeuta en las diferentes etapas de la vida, un profesional que actúa desde que nacemos hasta el ámbito paliativo, es decir, cuando estamos a punto de morir. Aunque hemos avanzado, aún estamos muy vinculados al deporte y este vídeo pretende concienciar a la gente para que conozca todos los ámbitos de la fisioterapia. Debemos potenciar la marca Fisioterapia entre la sociedad. Paralelamente se desarrollarán tres grupos de trabajo del ámbito de la oncología y otro grupo de Suelo Pélvico. Además tenemos retos importantes como serán la creación de las especialiodades en fisioterapia y la ley de prescripcción del medicamento que deberían ver la luz en un plazo relativamente corto de tiempo.

Sin duda es una realidad que la fisioterapia abarca muchos campos, en ocasiones desconocidos, y que hay que seguir trabajando la difusión. ¿Qué le diría al ciudadano respecto a los beneficios de la fisioterapia para la salud?

Que el fisioterapeuta le puede aportar muchas cosas, que con la formación actual es un profesional sanitario que puede mejorar mucho el estado de salud del individuo. A menudo lo asociamos al ámbito de la traumatología y la lesión pero puede actuar en otros muchos como el Suelo Pélvico, la fisioterapia respiratoria, con bebés,… tenemos un campo de actuación inmenso. También les recordaría que el fisioterapeuta tiene un papel importante de prevención; la gente que puede permitírselo debería acostumbrarse a ir, por ejemplo, una vez al mes a hacerse una sesión de mantenimiento, sinceramente creo que es un buen consejo.

Asimismo, actualmente es el tesorero del Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña. ¿Cómo está posicionada su entidad ante el sector en su comunidad?

El Colegio de Cataluña es el más grande de España, es el primer colegio que se creó y, en ese sentido, tenemos el peso de ser los decanos de la Fisioterapia española. No obstante, como a todos, nos gustaría tener más influencia en el ámbito político. Somos la tercera profesión sanitaria más importante, hay 50.000 fisioterapeutas en España, 10.000 en Cataluña, somos un colectivo destacado y deberían escucharnos más, por lo que tenemos pendiente una tarea de potenciar la concienciación de la clase política.

Y con respecto al resto de Colegios de fisioterapia de España, ¿cómo ve la relación actual?

Creo que el nivel de colaboración que tenemos es bueno. Si bien es cierto, que antaño a veces se crearon proyectos impulsados por relaciones personales, esto ha ido cambiando y se han ido estableciendo convenios por el interés y crecimiento de la profesión. Aún así, me gustaría que los proyectos significativos que hemos establecido ya algunas entidades se pudiesen extrapolar a más colegios, especialmente a los pequeños, que son los que tienen más problemas para afrontar estas inversiones. Estamos para trabajar por la profesión y se trata de compartir. Tenemos la responsabilidad y la obligación ante los colegiados/as de defender la profesión, a los profesionales y a los ciudadanos.

En otoño de este 2018 habrá elecciones en su Colegio,…

Efectivamente, está previsto que en noviembre haya elecciones en el Colegio de Cataluña y en principio habrá un nuevo decano.

¿Se plantea dar un paso al frente para liderar Colficat?

Sí, estoy trabajando ya de una manera decidida para presentar un proyecto y poder liderar una candidatura.  La mayoría de equipo ya está constituido y creo haber logrado un grupo variado, plural y que represente a todos los colectivos de la profesión. Ya me presenté en unas elecciones anteriores y perdí. Por poco pero perdí (risas). Por circunstancias me pidieron que me incorporara a la Junta de Gobierno y como seguía creyendo en la importancia de aportar a la profesión, volví. Sigo teniendo y creyendo en mi proyecto, me gustaría que pudiese desarrollarse en el futuro por lo que sí, daré el paso. Obviamente, creo que puede representar un cambio importante para la profesión no sólo a nivel de Cataluña sino también de todo el estado.

¿Qué le gustaría conseguir, qué líneas definen su proyecto?

El proyecto tiene dos vertientes. Una es la divulgación de la profesión en el ámbito social y político, me gustaría que la profesión se visualizara mucho más, que hubiera más presencia de lo que es el fisioterapeuta en la sociedad, que la gente conozca todo lo que hacemos. La otra línea es el servicio al colegiado. Quisiera que la institución fuera un punto de encuentro para compartir experiencias y problemas, que fuera un colegio cercano y accesible. En una idea, me encantaría que el colegiado quisiera serlo no por que sea obligatorio sino por decisión propia, porque pensara que le merece la pena y le aporta. A ello suma un objetivo más: tener una presencia territorial más destacada. Cataluña es un territorio muy amplio y ahora mismo sólo tenemos la sede central de Barcelona y una muy pequeña en Girona, el objetivo sería tener sedes activas en todo el territorio.

¿Cómo ve la relación entre el Colegio de Cataluña y el de la Comunidad Valenciana?

En general es buena pero aún podemos buscar más sinergias que faciliten el contacto entre los fisioterapeutas valencianos y catalanes. Los colegios que compartimos delimitaciones territoriales deberíamos aumentar nuestra relación y colaboración, buscar puentes y actividades compartidas que favorezcan a nuestros colegiados/as.

Para cerrar, nos gustaría reseñar que a su labor profesional suma desde hace tiempo su compromiso con proyectos solidarios…

Sí hace ya muchos años, era muy joven, hice una estancia de un mes en un campo de trabajo organizado por Acció Solidària Blanquerna y SETEM en la ciudad de Kpalimé (Togo), en el África negra. Fue una experiencia realmente enriquecedora. Conocí gente que no dudaba en compartir lo poco que tenía, me enseñó a compartir, a vivir con muy poco y a darme cuenta de que aquí somos muy afortunados. Después de esta experiencia me vinculé con Fisiosmundi, entidad pionera en el ámbito de la fisioterapia solidaria con la que he mantenido una relación de colaboración constante y de la que tengo el orgullo de ser socio de honor.