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MAaFrzAoD2022Racó judicial
La terapia compresiva a través de vendajes de corta
extensibilidad se fundamenta en la ley de Laplace, que
establece que la presión ejercida sobre una estructura
circular es directamente proporcional a la tensión ex-
terna aplicada e inversamente proporcional al radio de
curvatura de la estructura. Es decir, esa presión ejercida
es la presión de compresión y es una variable depen-
diente de las características del material de soporte y
también de la estructura de la superficie sobre la que ac-
túa. En las extremidades superiores o inferiores que no
son cilíndricas, la presión ejercida será diferente en fun-
ción del radio del sector, siendo mayor en zonas distales
(mano, muñeca, tobillo) con respecto al brazo o muslo.
Entre los efectos beneficiosos de las vendas de compre-
sión sobre la circulación linfática están, en primer lugar,
la reducción de la velocidad de la ultrafiltración. Al apli- ción del paciente a esa presión, evitando además el uso
car una fuerza externa (el vendaje) se reduce la presión
de la ultrafiltración efectiva, se acumula menos líquido y
de ese modo, se favorece la reabsorción en los capilares
linfáticos y sanguíneos.
El vendaje mejora la eficiencia de la bomba muscular ya
que la linfa es impulsada a lo largo de los vasos linfáti-
cos por la actividad muscular, por contracción propia de
los vasos linfáticos, por los movimientos del diafragma
durante la respiración, o por las presiones negativas en
el tórax durante el movimiento respiratorio. Durante la
contracción muscular, tanto el sistema venoso como el
linfático, impulsan los líquidos hacia el corazón, aumen-
tando la actividad de los linfangiones y una descompre-
sión de ambos sistemas. Otro efecto beneficioso es el
ablandamiento de tejido conjuntivo y fibrótico, al añadir
otros materiales acolchados (piezas de goma espuma o
látex) que aumentan la presión en la zona a tratar.
Otro de los beneficios del vendaje compresivo sobre el
sistema venoso es la disminución del lumen de las ve-
nas, que de esta forma mejora la incompetencia valvular
al ejercer una profilaxis de trombosis venosa, aumentan-
do el flujo circulatorio en el sistema venoso y disminu-
yendo de estancamiento de sangre al limitar el volumen
circulatorio en la extremidad comprimida.
La terapia compresiva aborda no sólo el tratamiento del
linfedema primario o secundario sino también otras pa-
tologías: lipedema, edemas postraumáticos y postqui-
rúrgicos, insuficiencia venosa crónica (IVC), síndrome
de congestión artrogénico o tratamiento de ulcerosas
varicosas. Este tipo de vendaje favorece la aceleración
del flujo venoso, reduce la hipertensión venosa, mejora
la función de bombeo venosa y arterial y reduce cito-
quinas proinflamatorias. No debemos olvidar que la re-
ducción de sangre periférica circulante se acompaña de
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compressiu
un aumento del volumen cardíaco por minuto; por ello,
es necesario que quede descartada cualquier patología
cardiaca previamente dado que estaría contraindicada
su aplicación.
Al iniciar el tratamiento compresivo por primera vez, de-
bemos tener en cuenta el estado general del paciente,
sus antecedentes e historia clínica así como valorar po-
sibles contraindicaciones. Se valorará y educará al pa-
ciente en los cuidados higiénicos de la piel y uñas con
el objetivo de prevenir el desarrollo de posibles infec-
ciones bacterianas o micóticas evitando de esta forma
complicaciones (celulitis o linfangitis) al cuadro clínico
inicial. Cuando se realiza el vendaje por primera vez en
el paciente con linfedema, se debe realizar aplicando
compresión de forma gradual para favorecer la adapta-
de todos los materiales o vendas en la primera sesión.
Es recomendable que el aspecto proximal de la extre-
midad afecta esté libre de congestión previamente a la
aplicación completa del vendaje, que no debe provocar
molestias ni restricciones en el rango articular. Debemos
educar al paciente para que, en caso de advertir altera-
ciones del color de la piel, sea capaz de retirar el venda-
je y guardar el material para la siguiente sesión. Sin em-
bargo, en el tratamiento de pacientes con insuficiencia
venosa crónica, es necesario completar el vendaje de
la totalidad del miembro desde el primer día de trata-
miento para que sea eficaz.
Al ser este vendaje de presión decreciente, debemos
iniciar siempre el vendaje en el aspecto distal del miem-
bro aunque los dedos no presenten edema. El vendaje
compresivo está contraindicado en presencia de neuro-
patías o alteraciones de la microcirculación, debiendo
evitar zonas de presión con un buen acolchamiento de
prominencias óseas o más delgadas. El vendaje debe
permitir la movilidad funcional de las articulaciones y
no debe desprenderse o resbalar durante el movimien-
to. Puede combinarse con otras técnicas fisioterápicas
como es el vendaje neuromuscular, ondas de choque u
otros tratamientos físicos.