El programa SOS Fisioterapia ICOFCV, que ha ofrecido atención gratuita a más de 100 personas afectadas por las inundaciones, concluye mañana 31 de enero de 2025. Tras tres meses de intensa labor, el teléfono solidario de SOS Fisioterapia ICOFCV dejará de estar operativo. Con la implicación de centenares de fisioterapeutas voluntarios, esta iniciativa solidaria ha sido un ejemplo de compromiso profesional y apoyo a los más vulnerables.
La acción y solidaridad del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana (ICOFCV) se materializó en otra iniciativa que llega a su fin tras tres meses de actividad intensa: el programa SOS Fisioterapia ICOFCV, diseñado para ofrecer atención fisioterapéutica gratuita a las personas afectadas por las inundaciones. La iniciativa, que concluye mañana 31 de enero de 2025, ha logrado ser un éxito rotundo, demostrando cómo la fisioterapia puede marcar la diferencia en los momentos más difíciles.
El programa tuvo como motor la iniciativa espontánea de un grupo de jóvenes fisioterapeutas liderado por Ester Benítez, colegiada del ICOFCV, que se organizó a través de redes sociales bajo el nombre ServeiFisioDANA. Este grupo actuó de manera inmediata en las zonas afectadas, convirtiéndose en el motor del voluntariado. Su esfuerzo inspiró a fisioterapeutas con experiencia, quienes, movidos por su compromiso profesional y solidario, se unieron a la causa. Al conocer esta acción, el Colegio de Fisioterapeutas decidió sumar fuerzas con los voluntarios, integrándolos bajo un mismo programa: SOS Fisioterapia ICOFCV, lo que permitió una coordinación más efectiva y una mayor cobertura asistencial.
Más de 100 pacientes atendidos y un esfuerzo colectivo ejemplar
Tras un riguroso proceso de selección que garantizaba la colegiación y profesionalidad de los voluntarios, más de 140 fisioterapeutas ofrecieron su apoyo, incluyendo 30 profesionales de otras comunidades autónomas. Finalmente, un amplio grupo de estos voluntarios ha hecho posible que se haya atendido a más de un centenar de pacientes en las zonas más afectadas, como. La asistencia se ha brindado tanto en puntos fijos (ubicados en Picanya, Catarroja, Paiporta y Algemesí) como a domicilio, garantizando que las personas más necesitadas pudieran recibir tratamiento en los momentos más críticos.
Entre los casos más frecuentes atendidos destacan dolores crónicos, como lumbalgias y cervicalgias, problemas musculares, lesiones neurológicas e incluso casos de amputaciones derivadas de infecciones provocadas por la riada. La fisioterapia no solo alivió el dolor físico, sino que también devolvió esperanza a pacientes y familias, como en el emotivo caso de una paciente con parálisis cerebral que recuperó calidad de vida gracias a la donación de una grúa gestionada por una voluntaria del programa.
Una red de apoyo que trasciende fronteras
El programa SOS Fisioterapia ICOFCV no solo evidenció la fortaleza de la profesión en la Comunidad Valenciana, sino que también puso de manifiesto la solidaridad sin límites de fisioterapeutas de toda España. Según Ester Benítez, coordinadora de los voluntarios, “fisioterapeutas de fuera de Valencia se volcaron con esta iniciativa, mostrando lo mejor de nuestra profesión”.
A través de un teléfono solidario y un formulario online, se canalizaron las solicitudes de atención y se estableció una coordinación eficiente que permitió cubrir necesidades en tiempo récord. A pesar de los retos logísticos, como la falta de colaboración de la mayoría de los ayuntamientos, el ICOFCV consiguió consolidar cuatro puntos fijos de atención y una red de atención domiciliaria, manteniendo su compromiso con la población afectada.
Cierre del programa, pero no de la solidaridad
Mañana 31 de enero de 2025 el teléfono solidario dejará de estar activo y se cerrará oficialmente esta acción solidaria, dejando un legado de compromiso y humanidad que refuerza el papel crucial de la fisioterapia en la sociedad. El ICOFCV agradece profundamente la colaboración de todos los voluntarios y de todas las personas e instituciones que hicieron posible esta iniciativa.
Este cierre no marca el fin del compromiso del Colegio con la ciudadanía, sino el inicio de nuevas iniciativas que seguirán defendiendo el bienestar y la salud de las personas. La fisioterapia, una vez más, se posiciona como una herramienta clave para superar los momentos más difíciles y reconstruir vidas.
LA VOZ DE LOS PACIENTES
Sara Mauriz
Picanya (atendida en Valencia)
“Vivimos en una planta baja en Picaña que se inundó y ahora estamos en casa de mis padres en Valencia. Días antes del desastre ya sufría lumbalgia y estuve en mi ‘fisio’ de Paiporta, pero tras la inundación empeoré. Me puse a sacar barro, a barrer agua, a vaciar la casa... y me provocó ciática. Fui hasta dos veces al hospital, pero la medicación no me hacía efecto. Llamé al teléfono del voluntariado solidario del Colegio y vino a tratarme Clara, una fisioterapeuta voluntaria. La experiencia fue increíblemente positiva. Clara se preocupó muchísimo por mi caso, y gracias a su ayuda noté mejoría. Ahora estoy acudiendo a su consulta, y no puedo estar más agradecida. Muchas gracias al ICOFCV y a Clara por todo.”
Antonio Avilés
Picanya
“La atención ha sido espectacular. Tras 20 días de tensión ayudando a limpiar y sacar barro, el esfuerzo con la pala y el pico agravó una sobrecarga en mi brazo derecho hasta que el dolor llegó a ser tan fuerte que tuve que parar. Por una amiga conocí vuestro servicio y llamé. La fisioterapeuta que vino, Laura, me diagnosticó una epicondilitis y me trató. También me recomendó usar una cinta para el brazo que está ayudándome bastante. Aunque el dolor persiste, noto una mejora progresiva. Lo que más valoro es su empatía, el trato personalizado y el interés en mi caso. Además, también ayudó a mi hija, que tenía un traumatismo en el cuello por los trabajos de limpieza. Su cercanía y profesionalidad marcan la diferencia.”
Jorge Fernández
Paiporta
“Sufro de espondilitis anquilosante y necesito fisioterapia de forma continua. Para mí, los fisioterapeutas son verdaderamente importantes, y ya acudía a ellos antes de la riada. Sin embargo, con las inundaciones, me resulta imposible desplazarme, vivo en Paiporta y aquí la situación es como una guerra sin balas. Así que vi el teléfono solidario de fisioterapia del Colegio y decidí llamar. Al fisioterapeuta que vino, Renato, le doy un 10 y porque no se puede más. Estoy profundamente agradecido, me está dando una gran ayuda y mantengo un contacto constante con él. Su tratamiento está siendo fundamental para mí y, en medio de esta catástrofe, se ha convertido en mi verdadero ángel.”