El Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE) advierte que en España quiropráctica y osteopatía son conocimientos propias de la Fisioterapia y que, por tanto, legalmente sólo pueden practicar los titulados universitarios en esta disciplina sanitaria.
“La legislación española (Real Decreto 1001/2002) establece que son funciones de los fisioterapeutas, entre otras, el establecimiento y la aplicación de cuantos medios físicos puedan ser utilizados con efectos terapéuticos en los tratamientos... y la realización de actos y tratamientos de masaje, osteopatía, quiropraxia, técnicas terapéuticas reflejas y demás terapias manuales específicas, alternativas o complementarias afines al campo de competencia de la Fisioterapia que puedan utilizarse en el tratamiento de usuarios”, ha puntualizado el presidente del CGCFE, Miguel Villafaina.
La quiropraxia y la osteopatía están incluida en lo que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) denomina medicina tradicional complementaria (MTC), y valora que los profesionales de esta deben ser profesionales sanitarios titulados y regulados que, en España sólo son (Ley 44/2003) los fisioterapeutas junto a médicos, farmacéuticos, dentistas, veterinarios, enfermeros, terapeutas ocupacionales, podólogos, ópticos-optometristas, logopedas y dietistas-nutricionistas.
En España, la osteopatía, la quiropráctica y otras terapias manuales específicas se contemplan como conocimientos propios de la Fisioterapia, y la formación para ejercerlas ante los ciudadanos solo puede impartirse legalmente en las facultades del grado de Fisioterapia o curso de posgrados para fisioterapeutas en academias reconocidas.
El presidente del CGCFE advierte que aunque haya “otro tipo de formación académica, regulada de facto mediante el artículo constitucional de libertad de enseñanza” para quiropráctica u osteopatía, “no es enseñanza oficial y, por ello, carece de cualquier posibilidad de habilitación profesional, por mucho que los referidos centros de ‘formación’ atiendan a nombres tan sugestivos como ‘Madrid College of Chiropractic-Real Centro Universitario María Cristina’ o el ‘Barcelona ChiropracticCollege’, o bien se encuentren ‘avalados’ por prestigiosas asociaciones, ya sean de quiroprácticos, quiromasajistas, naturópatas o cualquier otra denominación”.
La OMS recomienda a los países que quieran incluir la quiropráctica que la incluyan en el modelo formativo que consideren oportuno, instituyendo una formación directa o como ampliación complementaria de disciplinas sanitarias ya reguladas como la Fisioterapia, que precisamente es lo que han aprobado las autoridades sanitarias y educativas españolas.
“En conclusión”, ha indicado Villafaina, “podemos afirmar que las manipulaciones vertebrales y articulares forman parte de la esencia que constituye la Fisioterapia, componiendo parte de sus actos típicos, por los cuales es reconocida la profesión”.
Peligro a la salud de los ciudadanos
El presidente del CGCFE ha advertido que “la proliferación de personal parasanitario que manipula a personas enfermas, como hacen los denominados quiroprácticos y osteópatas, constituye un problema de salud pública; ya que carecen de titulación oficial y no están reconocidos por el Ministerio de Sanidad como profesionales sanitarios, como sí lo son los profesionales de la Fisioterapia, los únicos legalmente autorizados para ejercer esos conocimientos fisioterapéuticos”.
“En numerosas ocasiones”, ha añadido Villafaina, “los profesionales sanitarios, como médicos, enfermeros y fisioterapeutas, recibimos a personas que han visto agravadas sus dolencias por ponerse en manos de estas personas, a las que acuden confundidas y creyéndose que son profesionales de la salud autorizados para practicar tratamientos fisioterapéuticos, cuando la realidad es que cometen un acto de intrusismo respecto a la titulación de Fisioterapia”.
En este sentido, el presidente del CGCFE ha señalado que actividades como “congresos de estudiantes de quiropráctica, como el anunciado en Fuengirola (Málaga) o las publicidades de los centros que anuncian esta formación, aunque sus alumnos carezcan de cualquier posibilidad de habilitación profesional sanitaria, generan confusión, intrusismo sanitario y, con ello, ponen en riesgo la salud de los ciudadanos”.
El CGCFE velará ante las oportunas autoridades, instituciones y administración de justicia para preservar la salud de los ciudadanos y las atribuciones de los profesionales sanitarios de la fisioterapia.