El Supremo confirma en su sentencia de casación que el acusado cometió un delito de intrusismo al hacerse pasar por fisioterapeuta y tratar a pacientes sin la titulación correspondiente, poniendo en riesgo su salud. Asimismo, el Tribunal le condena a indemnizar con 12.000 euros a una víctima por los daños morales ocasionados, un paso clave al refrendar la indemnización por intrusismo.
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El Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana (ICOFCV) ha conseguido que el Tribunal Supremo confirme la condena de un año de prisión contra O.L.L. un delito de intrusismo profesional. El acusado ejerció ilegalmente como fisioterapeuta sin contar con la titulación oficial, lo que supuso un grave riesgo para la salud de sus pacientes.
La sentencia de casación del alto tribunal también establece que O.L.L. deberá indemnizar con 12.000 euros a una víctima a la que trató tras sufrir un accidente. El perjudicado, convencido de que recibía tratamiento por parte de un fisioterapeuta titulado, acudió a 225 sesiones de rehabilitación para tratar una subluxación de hombro grado II, acromio clavicular y rotura parcial del subescapular, no habiendo quedado bien tras el tratamiento.
El condenado, tal y como probó en su momento el Ministerio Fiscal y el ICOFCV, realizaba técnicas manipulativas en zonas lesionadas y operadas quirúrgicamente, sin estar cualificado para ello. Además, empleaba equipos terapéuticos propios de la fisioterapia, como ultrasonidos, lámparas de infrarrojos y electroestimulación, pese a carecer de la formación reglada para su uso. Además, se anunciaba en redes sociales como fisioterapeuta, induciendo a error a sus pacientes.
Un precedente clave en la lucha contra el intrusismo en fisioterapia
El ICOFCV ha valorado esta resolución judicial como una victoria decisiva en la defensa de la fisioterapia y la seguridad de los pacientes. El decano, Josep Benítez, ha destacado su trascendencia: "Es una sentencia clave que no solo refuerza nuestra profesión, sino que también protege el derecho de los ciudadanos a recibir atención sanitaria de calidad. Se ha demostrado que solo los profesionales titulados garantizan una asistencia con plenas garantías, y no podemos permitir que personas sin escrúpulos se lucren a costa de la salud de los pacientes".
Benítez ha reafirmado el compromiso del ICOFCV de seguir luchando contra el intrusismo profesional y defendiendo la fisioterapia como una disciplina sanitaria regulada, donde el único camino es la formación y la titulación oficial.