Page 51 - FAD Diciembre 2024
P. 51

A FAD
             A
                       Racó judicial
           Diciembre 2024                                                                Rincón histórico
                                                                                                              51 | 51 |






















            La riada de Valencia de 1957 afectó a las entonces instalaciones del Hospital Provincial de Valencia,   Cartel de "Las Fuerzas
            donde se iba a ubicar aquella primera Escuela Departamental de Fisioterapia        de la Naturaleza"


           tros políticos, está estos días en “el ojo del hura-  Efectivamente, a lo largo de la historia de la Comu-
           cán”... pero descuiden que no pretendo meterme       nidad Valenciana, varias riadas de gran magnitud
           en un berenjenal con todo lo que ya está cayendo,    han  quedado  grabadas  en  la  memoria  colectiva.
           ya que mi cometido es divulgar fisioterapia y, en    La riada de 1957 en Valencia es uno de los even-
           este caso, geografía e historia (para algo servidor   tos más recordados, cuando las lluvias torrenciales
           es licenciado en ambas), y reflejarlas en el acucian-  causaron la crecida del río Turia y la inundación de
           te presente que estamos viviendo.                    grandes áreas de la ciudad. Esta tragedia dejó una
                                                                profunda huella, no solo por la destrucción y las
           Para no pecar de tediosos, podemos sintetizar el     pérdidas humanas, sino también por las secuelas
           balance histórico de las riadas en tierras valencia-  físicas que afectaron a miles de personas.
           nas de esta sucinta manera:
                                                                Pero, llegados al desastre de octubre de 1957,
           Buceando en el pasado sabemos, gracias a la Ar-      de  la  que  se  han  escrito  ríos  de  tinta  (no  estoy
           queología, de huellas de inundaciones en la capital   bromeando, ustedes me perdonen)... ¿sabían us-
           valenciana desde su fundación en el siglo II a.C. has-  tedes que esa riada obligó a posponer el inicio
           ta el siglo III d.C., y ya durante la Baja Edad Media,   oficial de la fisioterapia en la ciudad de Valen-
           en la etapas visigoda y musulmana se vuelven a en-   cia?  En  efecto:  precisamente  el  año  1957  iba  a
           contrar indicios de inundaciones, como señala en un   suponer el despegue en España de la profesión
           destacado estudio Pilar Carmona (Carmona,1990).      fisioterápica, por medio del inicio de sus estudios
                                                                como especialidad de enfermería en las principa-
           Para no hacer pesado este balance de desborda-       les facultades de medicina españolas, incluyendo
           mientos, basta señalar al lector que, desde la con-  Valencia...  pero  ese  curso  57/58  arrancaría  nada
           quista de Valencia por Jaime I y hasta la archi-nom-  menos que en enero de 1958 por culpa de los es-
           brada crecida de 1957, la capital del Turia sufrió más   tragos  de  la  famosa  riada  (González,  2007),  que
           de medio centenar de riadas documentadas en los      afectaría a las entonces instalaciones del Hospi-
           últimos ocho siglos (Núñez, 2018)... Esto supone un   tal Provincial de Valencia, donde se iba a ubicar
           cómputo de cinco riadas por centuria... o lo que es   aquella primera Escuela Departamental de Fisio-
           lo mismo: la Historia nos confirma un promedio de    terapia.  Aún  recuerdo  con  impresión,  entre  los
           una catástrofe fluvial cada veinte años en nuestra   diversos testimonios que escuché al respecto, el
           bendita pero sufrida comunidad... Así pues: ¿cam-    de nuestro pionero Manuel López Cuesta, narrán-
           bio climático ahora...? “Yo ahí lo dejo...”, como    dome en primera persona cómo vivió aquellos an-
           diría el ínclito Millán-Astray (Belmonte, 2019).     gustiosos momentos.
   46   47   48   49   50   51   52   53   54   55   56