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Monográfico
Informació col·legial
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ta que Carlos V y el papa Clemente VII se
llevaban por entonces a partir un piñón, la
cosa pintaba mal para los conversos marra-
nos y moriscos se hubiesen estos bautiza-
do con agua bendita o con tinto de verano
hacía más de treinta años. Comenzando
con el primer inquisidor Tomás de Torque-
mada y a renglón seguido con su sucesor
Diego de Deza, un movimiento renovador
de limpieza de sangre se hizo fuerte en Es-
paña; este movimiento igual le recuerda a
un fulano alemán con bigotito que propuso
las mismas ideas cuatro siglos más tarde,
pero eso es bacalao para otro guiso. Como
decía, el trabajo de estos dos aguafiestas ¿A que se parecen? Cierren los ojos un poquitín y mírenlos
con bonete lo acabó de rematar Alonso de hasta que se desdibujen las barbas. Los dos se comieron un
Manrique, inquisidor general y a la sazón marrón grande cuando les pusieron por delante un grupo
multicultural, muy heterogéneo y bastante pendenciero
arzobispo de Sevilla quien no paraba de al que gobernar de un día para otro. Uno echó mano de la
comerle la oreja a Carlos para que diese Inquisición y el otro del BOE para hacerlo, con desiguales
pasaporte a los conversos. Tanto le dieron resultados. ¿Tendríamos el mismo Colegio si el del jersey del
Corte Inglés pudiese echarle mano a un inquisidor?
la brasa que al final lo consiguieron.
Aquí les voy a meter una morcilla parale- donde irse, ocuparían su lugar en este caótico rei-
la de Fisioterapia que les tenía guardada desde no donde los contratos basura, los falsos autóno-
el principio: imagínense a un decano del Colegio mos y la precariedad laboral estarían a la orden del
de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana día. Vaya tela marinera. Si pueden imaginarse ese
tratando de convencer a todos los fisioterapeutas escenario ficticio miren a su alrededor y díganme
pera que se colegien, para que se conviertan a la si la realidad no supera a la ficción. Sin Inquisición,
verdadera Fe. Para mayor efecto, pongan cara de sin quema de libros o de herejes y sin ejércitos a
estreñidos y miren la foto del actual decano hasta los que echar mano el Colegio lo tiene muy cuesta
que se parezca a Carlos V. Ese decano tendría en el arriba para representar unos siete mil fisioterapeu-
Colegio ‘fisios’ de sangre vieja, gente bragada en tas colegiados y hacer lo imposible para aglutinar
más de cuatro guerras, quienes, de forma volunta- al resto bajo la misma bandera. Que la sede del
ria y con ganas de hacer patria, pondrían en mar- Colegio en Valencia se encuentre en una calle con
cha la institución. Cuando no quedasen más de los nombre de mártir no es más que una cruel broma
que dieron el paso al frente, un decreto por el que del destino.
fuese (más o menos) obligatorio colegiarse motiva-
ría la llegada al Colegio de los ‘fisios’ moriscos, los Andando el tiempo, el segundo Felipe del equipo
que se colegiarían porque no les quedaba otro re- de los Austrias cogió el testigo en 1556 y prohibió
medio. En ese Colegio valenciano convivirían ade- a los moriscos que hablasen su lengua, practicasen
más ‘fisios’ mudéjares que seguirían a su bola sin su religión abiertamente o en privado y hasta que
colegiarse, pasando cuatro pueblos del decano, se lavasen con tanta frecuencia; que en las misas
del Colegio y de la madre que los parió. Los ‘fisios’ se quemase incienso a rabiar da que pensar si lo
marranos, colegiados porque no tienen otro sitio de marranos se lo merecían más los cristianos que