Page 26 - FAD Octubre 2024
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Monográfico
Informació col·legial
26 | FAD Telefisioterapia, Realidad Virtual e Inteligencia Artificial 26 |
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El chocolate del loro
José A. Polo Traverso
Colegiado de Honor del ICOFCV
PT, DPT, FAAOMPT. Doctor en Fisioterapia
Fellow de la Academia Americana de Terapia Manual
Codirector de Fisioteràpia al Dia
Juventud, divino tesoro. Qué cercano le resulta a usted, lector barbilampiño,
lectora veinteañera, subirse al carro de la inteligencia artificial aplicándola al
diagnóstico diferencial en fisioterapia, o calzarse un equipo de realidad vir-
tual para hacer virguerías en el tratamiento de cualquier algia que le pongan
por delante, o completar un examen clínico a través de telefisioterapia sin
que les tiemble el pulso. El abismo generacional que nos separa a ustedes y a
mí es más profundo de lo que se creen; ese abismo es real y las herramientas
a las que dedicamos este número de FAD no hacen más que ponerlas aún
más de manifiesto.
Si nació usted a finales de los 90 y principios del dos mil su ADN está com-
puesto de adenina, guanina, citosina y tiktokina; su ARN mensajero funciona
con wifi y su agudeza visual se mide en megapíxeles. Adicto a las pantallas,
incapaz de sobrevivir sin la impasible red que asiste a sus vaivenes personales
acusando marcada indiferencia; conectados globalmente y, a la vez, más so-
los que nunca. Casi con toda seguridad se encuentran ustedes a sus anchas
entre terabytes, redes sociales, hardware, updates, asistentes virtuales, tech
patches y streaming live, elementos con los que mi menda y los que nacimos
cuando Franco todavía compraba tabaco toleramos a regañadientes, más
fuera de lugar que un gorrión en un acuario. Por esto, porque el abismo que
nos separa es real y no hay puentes que lo crucen fácilmente, serán ustedes
quienes con más frecuencia hagan uso de estas sumamente técnicas herra-
mientas y quienes, en consecuencia, serán expertos en su uso. Son ustedes,
los jóvenes, los que tienen los superpoderes de estas tecnologías al alcance
de la mano pero les advierto que esos poderes pueden ser usados en bene-
ficio de la Fisioterapia o en su detrimento.
Asusta imaginar que los fisioterapeutas del futuro próximo contarán con sis-
temas de inteligencia artificial y realidad virtual para asistirles en el examen y
diagnóstico de sus pacientes y que, tal vez, su formación universitaria sufrirá
los necesarios ajustes. Llegado el caso, ¿cree usted querido lector que sal-
dríamos bien parados de la experiencia o perderíamos la esencia de nuestra
profesión en el proceso? Resulta deliciosamente obvio (al menos para un