"Para conocer la salud y enfermedad es necesario estudiar al hombre en su estado natural y en relación con el medio en que vive, e investigar al tiempo, las causas que han perturbado el equilibrio entre el hombre y el medio exterior y social".
Hipócrates de Cos.
En este período destacamos a Hipócrates de Cos considerado como una de las figuras más importantes de la historia de la Medicina por su aportación. Nacido en la isla de Cos en el año 460 a.C. y murió en Larisa entre 375 y 351 a.C.
Se le atribuyen unas sesenta obras y muy variada documentación (discursos, catálogos, historias clínicas, etc.).
Estos escritos, atribuibles más a su escuela, reciben el nombre de Corpus Hippocraticum.
Siendo uno de los legados más importantes, se compone de una serie de tratados en los que se recopilaba la evolución de la Medicina desde el s. V a. C. -los más antiguos- hasta el s. II d. C. -los más recientes-. En ellos se reflejaban datos importantes anatómicos, clínicos y terapéuticos, entre otros.
Dentro del volumen I consta uno de los tratados más importantes y conocido actualmente como Juramento Hipocrático. Con un contenido de carácter ético, orienta al médico en la praxis correcta. Versión clásica:
Juro por Apolo médico, por Asclepio, Higía y Panacea y pongo por testigos a todos los dioses y diosas, de que he de observar el siguiente juramento, que me obligo a cumplir en cuanto ofrezco, poniendo en tal empeño todas mis fuerzas y mi inteligencia.
Tributaré a mi maestro de Medicina el mismo respeto que a los autores de mis días, partiré con ellos mi fortuna y los socorreré si lo necesitaren; trataré a sus hijos como a mis hermanos y si quieren aprender la ciencia, se la enseñaré desinteresadamente y sin ningún género de recompensa.
Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro y a los discípulos que se me unan bajo el convenio y juramento que determine la ley médica, y a nadie más.
Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechosa según mis facultades y a mi entender, evitando todo mal y toda injusticia. No accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa semejante.
Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No ejecutaré la talla, dejando tal operación a los que se dedican a practicarla.
En cualquier casa donde entre, no llevaré otro objetivo que el bien de los enfermos; me libraré de cometer voluntariamente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitaré sobre todo la seducción de mujeres u hombres, libres o esclavos.
Guardaré secreto sobre lo que oiga y vea en la sociedad por razón de mi ejercicio y que no sea indispensable divulgar, sea o no del dominio de mi profesión, considerando como un deber el ser discreto en tales casos.
Si observo con fidelidad este juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí la suerte contraria.
Referencias bibliográficas:
-Meliá Oliva J.F. 2008. Historia de la Fisioterapia. Valencia. ICOFCV
-http://mural.uv.es/dosagar/griega.htm
-Rachel Hajar, M.D.* 2017. The Physician's Oath: Historical Perspectives. Oct-Dec; 18(4): 154159.