Escrito por

Dr. José Ángel González Domínguez

Fisioterapeuta, Licenciado en Geografía e Historia y Doctor en Filosofía



Denominamos "antecedentes", en esta línea del tiempo sobre la Fisioterapia, a la etapa de la Humanidad anterior a los tiempos históricos; esto es: los grupos humanos y culturas que no conocieron la escritura (Prehistoria) y quienes transitaban hacia ella, por lo que solemos desconocer aún el significado de sus escritos (Protohistoria). De ahí la dificultad para documentar fehacientemente su pasado.

Resulta complejo, por tanto, determinar con exactitud las primeras prácticas médicas, así como de las terapias físicas, anteriores a las civilizaciones históricas surgidas en el Próximo Oriente (Egipto y Mesopotamia).

Tumba de Ankhmahor reproduciendo manipulaciones en diferentes partes anatómicas.

Leyendo al pionero de la Historia de la Medicina en España, el insigne doctor Pedro Laín Entralgo, podemos sintetizar en cuatro las formas de intentar sanar al enfermo "desde que el hombre existe sobre el planeta: 1. El espontáneo con que, valga este ejemplo, la madre protege en su regazo al niño febricitante y dolorido, 2. El empírico; esto es, la apelación a una práctica sólo porque en casos semejantes ha sido favorable su empleo. 3. El mágico 4. El técnico, en fin, que resulta de la conjunción de dos exigencias básicas, hacer algo sabiendo racionalmente -por tanto, no mítica o mágicamente- qué se hace y por qué se hace lo que se hace".

De hecho, las fuentes historiográficas médicas (Historia de la Medicina) suelen englobar con el término "medicina arcaica o pretécnica" (basada en una combinación de prácticas empíricas y/o mágicas) tanto a los pueblos prehistóricos como a las primeras civilizaciones aludidas, concibiendo como "medicina técnica" (basada en intentar sanar racionalmente) a la que surge con la civilización griega, personalizada principalmente en Alcmeón de Crotona e Hipócrates de Cos.

Situándonos en la Prehistoria, sabemos a ciencia cierta, gracias a la Antropología, Paleomedicina y otras ciencias auxiliares de la Historia, algunos aspectos de aquellos seres humanos, así como de sus enfermedades: desde numerosos traumatismos (fracturas, luxaciones,...) hasta patologías reumáticas (artrosis, artritis), pasando por malformaciones diversas como las oligodactilias, el enanismo o la obesidad mórbida.

Conocemos igualmente las principales técnicas sanadoras utilizadas en esta medicina empírica, que abarcan desde sencillas curas, aún empleadas por los escasos pueblos indígenas que subsisten, como las suturas de heridas con cabezas de hormigas y las escarificaciones en la piel; hasta la reducción de fracturas y la aplicación o ingesta de hierbas eméticas.

Trepanaciones en el hueso frontal

Lo que no deja de ser sorprendente, si pensamos en una humanidad arcaica o pretécnica, es el empleo nada desdeñable de una técnica quirúrgica actualmente utilizada en neurocirugía (salvando las distancias, por supuesto): la trepanación craneal, una práctica que pese a las carencias técnicas y asépticas del momento se empleó profusamente, y con cierto grado de supervivencia, no solo durante la Prehistoria, de la que tenemos interesantes evidencias en territorio español (siendo su Domingo Campillo su principal estudioso en España), sino también en las primeras civilizaciones antiguas como la egipcia.

Pero centrándonos en la terapia física propiamente dicha (es obvio que no podemos hablar en tiempos prehistóricos o protohistóricos de Fisioterapia stricto sensu), podemos consensuar que son tres los agentes naturales utilizados con fines terapéuticos durante esta larguísima etapa:

El calor, el movimiento y el agua. Más concretamente, nuestros lejanos antepasados se aplicaron termoterapia de forma rudimentaria, así como masajearon sus zonas lesionadas y tomaron baños en las aguas, charcas y lodos que pudieron tomar provecho.



El apunte de:

Dr. José A. Polo Traverso

PT, DPT, FAAOMPT, CFCE, CCCE


El pueblo de orígen celta, Los Pelendones, que se instalan en la península ibérica, recurrían a los druidas, una mezcla de magosacerdote y curandero, para sus fines terapéuticos.

La palabra druida nace del término "dryadas" (sacerdote de las encinas), como "grandes sabios de los árboles", su faceta mágica viene recogida en documentos de Plinio en su Naturalis Historiae y en Cicerón.

Los druidas adivinaban el futuro, dirigían las ceremonias, presidían sacrificios a los dioses e interpretaban sus designios, y como sanadores/curanderos acudían a ellos para sus remedios, por ser conocedores de las plantas y sus aplicaciones terapéuticas. Plinio, nos habla de plantas curativas como el "selago" y el "samolus".

Para concluir, ¿quiénes serían esos sanadores? Dado que no podemos atribuir aún el papel a un "protomédico" o "protofisioterapeuta", ya que las profesiones médicas surgen a lo largo de las etapas históricas propiamente dichas, "esta magia, esta medicina, es ejercida por el chamán o médico hechicero".

En la literatura anglosajona el término más empleado es el de medicine-man, similar al de los hechiceros, chamanes, seers o videntes.

Remunerados o no, estos medicine-men sería los más remotos precursores de los profesionales de las terapias físicas, en línea con el heterodoxo y abigarrado pasado de actores que fueron creando el constructo histórico de la Fisioterapia.

Referencias bibliográficas:

- Laín Entralgo P. Historia de la Medicina. Barcelona, Salvat Editores, 1978.

- Meliá Oliva JF. Historia de la Fisioterapia. Valencia, Ilustre Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana, 2012.

- Campillo Valero D. La trepanacioón prehistoórica. Barcelona, Edicions Bellaterra, 2007.

- Sada M. Introducción a la historia de la medicina. EstudioVACA 2012.

- González Domínguez JA. Las profesiones afines a la Fisioterapia. Fisioterapia al dia, abril 2019, pp. 46-48

- CDFRM