Yolanda Noguera: “La fisioterapia en Alicante está creciendo y debemos hacerlo juntos”

 

En esta entrevista abordamos la realidad de la fisioterapia en Alicante de la mano de nuestra colegiada Yolanda Noguera, fisioterapeuta con más de 15 años de experiencia clínica y actual Vicedecana de Fisioterapia en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Elche. Entre otros aspectos, Noguera destaca la necesidad de generar más comunicación entre los profesionales sanitarios, de reforzar la sanidad pública y la colegiación. Además analiza los principales problemas del colectivo, los campos con más salidas, cómo está la investigación y los retos de futuro para los fisioterapeutas alicantinos.

Yolanda Noguera: “La fisioterapia en Alicante está creciendo y debemos hacerlo juntos”  - Colegio Fisioterapeutas CV

¿Cómo está en estos momentos la fisioterapia en Alicante?

En Alicante, y creo que también en Valencia, en Castellón y prácticamente en toda España, la fisioterapia está en un momento muy dulce, un momento de expansión y de crecimiento. Hemos retomado algunas técnicas que no estábamos usando y hemos incorporado otras nuevas, eso hace que estemos abordando las patologías de siempre de distintas maneras; estamos innovando. De hecho, en Elche tenemos a varios fisioterapeutas que son pioneros en poner en marcha en España técnicas de otros países, como la neuro-modulación. 

El número de fisioterapeutas en la provincia no deja de crecer. ¿Cómo ve al colectivo? 

Es cierto que crece y cada vez somos más, pero es una provincia pequeña y aquí nos conocemos prácticamente todos. En los dos últimos años el colectivo de fisioterapeutas de Alicante se ha aunado un poquito más. El Colegio está trabajando en este sentido y se ha notado; tener una sede colegial más activa y llevar a cabo actuaciones como por ejemplo la I Jornada Internacional del ICOFCV, celebrada en Mutxamel, ayudan a ello, es un esfuerzo necesario. Otro aspecto que corrobora esta tendencia de ir trabajando de manera más unida es, por ejemplo, que se ha creado un grupo de fisioterapeutas de la provincia en redes sociales. Es un buen camino porque esta unión va a favorecer a la fisioterapia y esto nos beneficia a todos, es un trabajo necesario. Estamos creciendo y tenemos que hacerlo juntos. No obstante, aún queda mucho camino por recorrer. Muy a nuestro pesar, los fisioterapeutas somos menos corporativos que otros colectivos sanitarios como los médicos o los enfermeros.

¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan fisioterapeutas alicantinos?

El principal problema al que se enfrentan, pero sinceramente creo que es general en España, es el desconocimiento por parte de la población de hasta dónde puede llegar la fisioterapia. Los ciudadanos, en general, no saben que deberían ir al fisioterapeuta antes de que padezcan una lesión, no sólo cuando ya la han sufrido. La mayoría acude cuando ya está muy al límite y no pueden más. 

A mí me gusta mucho la filosofía de la Medicina China en la que el buen acupuntor le cobra al paciente mientras lo mantiene sano, si el paciente cae enfermo lo atiende gratuitamente porque se supone que ha fallado en su tratamiento preventivo. Yo creo que la fisioterapia debería llevar a cabo más tratamientos preventivos. Debería ser como una especie de “ITV” por la que los pacientes deberían pasar cada cierto tiempo para prevenir las lesiones típicas del estilo de vida tan sedentario y estresante que llevamos.

Y no sólo desconocimiento en la sociedad. El problema lo podemos tener mucho más cerca, ya que en muchos casos no existe una conciencia de trabajo multidisciplinar con otros profesionales de la salud. No puede ser que, hoy en día, un médico le diga a un paciente “que no te toque nadie”, porque “alguien” como el fisioterapeuta, que está formado, sí puede tocarlo. Y lamentablemente esto sigue pasando.

¿Está diciendo que es necesario un mayor conocimiento de lo que es y aporta la fisioterapia en el sector sanitario?

Sí. Cada vez son más los médicos, enfermeros y demás profesionales de la salud que derivan a sus pacientes a fisioterapia, pero hay muchos que todavía no lo hacen. A mí me gustaría que hubiera una corriente de comunicación entre todos los profesionales de la salud, sobre qué hacemos, cómo lo hacemos y cómo nos podemos ayudar mutuamente.

Por ejemplo, las matronas hacen preparación al parto, ellas saben cuáles son las alteraciones que se producen en un paritorio y en el quirófano, pero yo, como fisioterapeuta sé cuáles son las alteraciones musculo-esqueléticas que se producen en una embarazada, cómo prevenirlas y cómo tratarlas. Es un trabajo complementario, jamás excluyente. Deberíamos ser capaces de generar más comunicación entre profesionales sanitarios. Me consta que el Colegio está haciendo una labor en este sentido, pero que cuesta porque no es fácil.

En su opinión, en Alicante ¿qué es lo que más preocupa a los fisioterapeutas?

Las salidas profesionales. La mayoría tienen que acabar trabajando en el ámbito privado y saben que la competencia es feroz; al menos aquí en Alicante hay muchas clínicas y la calidad de los fisioterapeutas cada vez es mayor. De hecho, la mayoría de alumnos que acaba el Grado sabe que tiene que seguir formándose para ser un profesional competente.

Ha tocado dos temas clave, la necesidad de formarse y las escasas salidas en la sanidad pública. Vamos a por el primero... 

Ahora mismo, la formación continuada es un tema que todo fisioterapeuta tiene en mente, hay que formarse constantemente y especializarse porque si te quedas obsoleto los pacientes no van a optar por ti. Esto es una exigencia más para el colectivo que repercute en beneficio de los pacientes. Además, los pacientes son cada vez más exigentes y buscan al mejor fisioterapeuta.

Y en cuanto a la presencia de la figura del fisioterapeuta en la sanidad pública, ¿cómo está la situación en Alicante?

El número de fisioterapeutas en la sanidad pública alicantina es escaso, algo que también podríamos generalizar al resto de la Comunidad Valenciana. El problema de esto es que, por ejemplo, cuando un paciente operado de la rodilla tarda dos meses en llegar a rehabilitación, las secuelas son más difíciles de tratar y la recuperación es más lenta y más larga que si hubiera empezado nada más ser operado. Es decir, estamos alargando tratamientos innecesariamente por las listas de espera y la falta de personal. Y debemos tener en cuenta que hay pacientes que no tienen recursos económicos para pagarse una o dos sesiones de fisioterapia a la semana y no tienen otra salida que esperarse. Este es un tema importante que alguien debería plantearse seriamente.

Y no sólo me refiero a que existan más fisioterapeutas en las áreas de rehabilitación de hospitales y centros de salud, sino a que se les dé la autonomía para llevar a cabo su trabajo y a que se amplíen las áreas de actuación dentro del hospital. Puede ayudar y aportar mucho más. En urgencias, por ejemplo, podría solucionar muchos esguinces de tobillo que ahora se vendan y se mandan reposar, y puede que, con una pequeña manipulación de terapia manual o un vendaje funcional, podría solucionarlo. También puede ayudar en la UCI, movilizando a pacientes encamados para evitar problemas de la inmovilización como son las  adherencias, ulceras, escaras, etc. El fisioterapeuta debería ser una figura obligatoria en cada una de las plantas de un hospit

¿A qué se refería antes con lo de que se les dé autonomía?

A pesar de ser un profesional sanitario plenamente capacitado para decidir el mejor tratamiento para cada paciente, en la actualidad todavía existen algunos centros en los que no tiene autonomía para ello. A esto se suma la falta de consenso que existe en el tratamiento entre los diferentes centros, ya que mientras en algunos dejan usar unas técnicas, en otros no, y esto a menudo supone una limitación más en su trabajo ya que no se aplica todo lo que saben. De hecho, hay fisioterapeutas que son especialistas en un área, que incluso imparten formación de ella y, sin embargo, no la pueden aplicar porque en su hospital o centro de salud no está permitido. Es increíble, pero la realidad es que tienen a un profesional que puede hacer más por el paciente, pero no le dejan.

Mucho aún por hacer en la sanidad pública…

Sin duda. Y no sólo en esto. A menudo nos llega gente que ha pasado por un servicio de fisioterapia de un hospital o de un centro de salud y te dicen: “si me vas a poner aparatitos sólo, no”. El paciente quiere atención personalizada, que estés con él, que si tienes que ponerle un aparato de electroterapia lo hagas pero que también lo toques, que lo trates el tiempo necesario. Lamentablemente, esto es imposible en la sanidad pública y no por falta de capacidad de las personas que trabajan en ella, que son grandes profesionales, sino por la falta de recursos que sufren en ocasiones y la elevada cantidad de pacientes que tienen que ver en un día. La mayor parte del tiempo tienen a varios al mismo tiempo y así es imposible dar una atención de máxima calidad. Esto en parte beneficia al sector privado. En Alicante estamos notando que muchas personas mayores que vienen a la clínica y lo prueban no lo dejan, si también van a lo público combinan ambas, porque descubren que les devuelve una movilidad y calidad de vida que habían perdido, pero hay quien, aunque quiera, no puede costeárselo. 

El Hospital General de Alicante ha incorporado a una fisioterapeuta a su Unidad de Hospitalización a Domicilio, el primero de la provincia en ofertar este servicio, ¿qué le parece?

Me alegré mucho al leer esa noticia, pero la verdad es que rápidamente pensé “¿de dónde habrán sacado a esa fisioterapeuta?, Espero que no sea una tarea más de alguno de los fisioterapeutas del gimnasio.  Y con ello, surge otra pregunta: ¿cubrimos con esto a toda la necesidad real de fisioterapia a domicilio? Estoy segura de que no porque hay mucha gente encamada o con muy escasa movilidad en casa.  Junto con las ayudas a la Dependencia, además de la aportación económica, deberían facilitar el servicio de un fisioterapeuta que fuera a casa del dependiente una o dos veces a la semana a ayudarle, a movilizarlo para que esa persona tenga mejor calidad de vida.

¿Dónde está la clave para tener éxito hoy como fisioterapeuta?

Actualmente los fisioterapeutas mejor valorados y considerados son los que buscan el origen de la patología, no los que tratan el síntoma. Quitar el dolor no es suficiente, hay que buscar qué produce la lesión, encontrar por qué aparece ese dolor e intentar solucionarlo. Tenemos que tener en cuenta que, poco a poco, el usuario que acude a fisioterapia es más exigente y no se conforma con que le quiten el dolor, si a los dos días tiene que volver. Es una evolución que yo comparto, que forma parte de mi método de trabajo que es: si te puedo “curar” en una sesión no te quiero ver dos veces. Creo que es una filosofía que tiene un valor ético importante y el paciente agradece esa sinceridad; además, a la larga te beneficia porque si tu intentas sacarle el dinero haciéndole venir durante 20 sesiones, sin ser necesario, no te va a recomendar a nadie.

¿Algún campo que tenga más salida actualmente?

En Alicante estamos notando un incremento de deportistas en las consultas, se ha abierto el campo de trabajo en el cuidado del deportista amateur. Hay una parte de la sociedad que se preocupa por la vida sedentaria que lleva y lo contrarresta moviéndose; anda, corre, se apunta al gimnasio… tiende a buscar la alternativa natural al medicamento, como puede ser comer mejor o hacer deporte. Esta cultura está generando una cantidad de pacientes que se preocupa por estar bien para poder seguir haciendo ese ejercicio y que sí acuden a fisioterapia.

Eso sí, es un campo exigente porque no son profesionales, pero hacen ejercicio una media de 4 días a la semana y las exigencias de entrenamiento, y por extensión las lesiones, son de profesional. En Alicante lo hemos notado mucho sobre todo por le incremento de clubs de corredores o triatletas. Muchas veces los mismos entrenadores nos los envían para que se cuiden, para que se traten antes de un evento deportivo importante o después de este para que recuperen. Prácticamente todos los clubs, aunque no todos los equipos desgraciadamente, tienen un fisioterapeuta de referencia que los cuida. En este ámbito amateur, la fisioterapia deportiva tiene mucho por recorrer.

¿Y la investigación en Alicante, cómo está?

Se está investigando bastante, pero la investigación está muy centrada en el ámbito universitario. Este es un campo en el que también se podría hacer más, se podría ayudar mucho al crecimiento de la investigación desde la clínica privada y los hospitales y los centros de salud. Sé que es complicado porque con las tareas del día a día la agenda ya va apretada, pero tenemos que tener claro que si los fisioterapeutas no investigamos para avanzar en nuestra profesión nadie va a venir a hacerlo por nosotros, y cuanto más hagamos en este campo mayor será el beneficio para nuestros pacientes. . .

Usted cuenta con amplia experiencia en docencia, ¿cómo valoraría la formación actual de Grado en Alicante?

Actualmente existen en la Provincia de Alicante dos universidades que imparten el Grado en Fisioterapia, una pública y otra privada. Ambas tenemos el mismo propósito, que es formar a grandes profesionales de la fisioterapia que tengan espíritu crítico y deseo de seguir aprendiendo. La formación en Fisioterapia en Alicante es de una alta calidad en las dos universidades, preocupándose por la formación integral del alumno y fomentando la investigación entre ellos, con actividades como congresos, jornadas y diversas actividades que completan su formación académica.

En Alicante, en Valencia también, hay muchos estudiantes franceses en Fisioterapia, ¿a qué se debe?

El acceso a la universidad en Francia es difícil y caro. Les sale más económico venir a estudiar aquí y como la formación que reciben tiene validez a nivel europeo, luego pueden volver a su país y trabajar sin ningún problema. De hecho, también hay muchos españoles que se van a trabajar allí, aunque ahora los requisitos se han endurecido. En la actualidad exigen conocer el idioma y acreditar experiencia en dos áreas en las que aquí cojeamos y deberíamos reforzar porque son importantes: la fisioterapia cardio-respiratoria y la  urogenital.

¿Algún consejo para los estudiantes?

Dos cosas: una, que sean buenos profesionales y buenas personas, con ello me refiero a ser honesto y sincero, que no quieran hacerse ricos a costa del dolor de los demás sino ayudar, porque esta es una profesión de entrega a los demás y si no, te has equivocado. Y, dos, que sean exigentes con ellos mismos en cuanto a la calidad de su trabajo.

Según usted, ¿cuáles son los principales retos de futuro para el colectivo?

El principal reto pasa por la actualización de los protocolos de tratamiento, que seamos capaces de forma colectiva de decir qué se ha demostrado que funciona y mejora al paciente y qué no. Hacer una buena anamnesis, una buena recogida de datos y valoración iniciales para luego hacer un buen abordaje del paciente. Buscar el origen de la lesión y utilizar el mayor número de herramientas posibles para tratarlo. 

Y luego también dos retos de autocrítica: no extralimitarnos de nuestras competencias y estar todos en situación legal, registrados y colegiados.

¿Puede explicarnos más los dos últimos?

Tenemos que trabajar en nuestro campo con todas las herramientas que hay disponibles, pero sin meternos en el de los demás profesionales de la salud. Nosotros acusamos de intrusismo a otros profesionales pseudo-sanitarios, pero me consta que también hay fisioterapeutas que entran en campos que no son los nuestros aludiendo que hay formación sobre eso. Una cosa es que haya formación y otra que tengamos las competencias adquiridas sobre ello, estoy hablando de la infiltración de determinadas sustancias por mucho que sean homeopáticas o naturales. No debemos pasar la línea que pone límite a nuestra actuación profesional. Si queremos hacerlo, por el beneficio de nuestros pacientes, debemos contar en nuestra clínica con el profesional habilitado para ello. 

Y el segundo es conseguir que toda la gente esté trabajando legalmente, dándose de alta no sólo como autónomo, sino también su clínica en sanidad y con su colegiación al día, porque lo contrario nos perjudica a todos.