La ONG 'Una sonrisa para Centroamérica" busca fisioterapeutas para su proyecto solidario en Guatemala

 

Esta ONG necesita fisioterapeutas formados en fisioterapia neurológica y especializados en este tipo de rehabilitación para bebés, jóvenes y/o adultos; terapeutas que puedan y sepan transmitir conocimientos, tal y como nos explica en esta entrevista nuestro colegiado Miguel Blesa Torres, voluntario de esta entidad y coordinador del proyecto.

La ONG 'Una sonrisa para Centroamérica" busca fisioterapeutas para su proyecto solidario en Guatemala

Con una costa en el Pacífico y otra en el Caribe, Guatemala es un país que atrae turismo. Tiene selva, playas, volcanes, la riqueza de su herencia cultural maya y ciudades coloniales, como La Antigua Guatemala (Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO y uno de los destinos más visitados del país). Frente a la belleza natural y cultural, la pobreza de muchos de sus habitantes y una sanidad pública deficiente. Desde 2010, la ONG valenciana, “Una sonrisa para Centroamérica” realiza misiones solidarias para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones más desfavorecidas, especialmente la infantil. Empezó con atención médica y odontológica, y ahora, de la mano de nuestro colegiado Miguel Blesa, también quiere llevar la fisioterapia. Por ello, hacen un llamamiento a los fisioterapeutas que como voluntarios quieran embarcarse rumbo a América Latina. 

Ha sido voluntario en varios países, ¿qué le ha motivado a ello?

Siempre he tenido una profunda motivación de ayudar a los demás, especialmente a aquellos con condiciones de vida más desfavorables, y de ofrecer mis conocimientos para poder mejorar su calidad de vida aliviando en la medida de lo posible su sufrimiento. Me refiero al desempeño de una labor profesional y humana, ambas complementarias, e independientemente de donde uno esté, puesto que gente con necesidad encontramos desgraciadamente en todas partes del mundo.

Mi primera experiencia como voluntario fue en Camboya en 2010, de la mano de una ONG francesa especializada en neumología. Allí hice formaciones teóricas y prácticas en fisioterapia respiratoria en niños, adultos, en la UCI.

En la misma línea seguí realizando proyectos de cooperación con otras ONG en Togo (2011 y 2013), Etiopía (2016), y también colaborando con entidades locales en Valencia como Ambit, asociación de la que soy voluntario desde hace ya algunos años, y ahora también con Una Sonrisa para Centroamérica.

¿Qué le hizo comenzar este último proyecto de voluntariado?

Quería realizar algún proyecto en América Latina, tenía mucha ganas de conocer el continente americano. En enero de 2015, buscando por internet conocí la asociación valenciana “Una Sonrisa para Centroamérica”. Realizaba desde hacía tiempo misiones humanitarias en Centroamérica (Nicaragua, El Salvador y Guatemala). Me gustó su solidez, seriedad y disponibilidad, y les envié un email ofreciéndome como fisioterapeuta para realizar un proyecto, algo que ya había hecho en otros países antes.

¿Esta iniciativa solidaria nace con ese correo?

Se puede decir que sí. La respuesta del presidente de la asociación, José Miguel Castro, fue inmediata. Estaban abiertos a contar con un fisioterapeuta en su equipo y me facilitaron los contactos en la AOSSHP (Hospital de las Obras Sociales del Santo Hermano Pedro) de La Antigua en Guatemala, que es el lugar en donde establecen sus labores en los últimos años. De esta manera pude presentar mi proyecto de cooperación al hospital y coordinarme con el servicio de fisioterapia de allí, estableciendo las bases del proyecto, sus objetivos, su fecha de inicio y su duración. Llegué a Guatemala en octubre de 2016, estuve hasta Navidad, y luego regresé entre febrero y julio de 2017 para intentar darle continuidad al trabajo.

Está intentando promover un proyecto de voluntariado de fisioterapeutas en La Antigua de Guatemala, ¿Cuáles son los objetivos? 

Tras la experiencia vivida durante los 8 meses que pasé allí, me planteé la posibilidad de darle continuidad al proyecto de un modo coherente y lógico. Tras valorar cómo había ido llegué a la conclusión de que era básico promover y realizar formaciones internas a los profesionales que allí trabajan. 

Los fisioterapeutas del centro tienen una buena base teórica y práctica pero necesitan mayor información acerca de las patologías existentes en el hospital, en gran medida de índole neurológica, y de nuevas armas terapéuticas para el tratamiento.

 

 

¿Están buscando algún perfil de fisioterapeuta en concreto, con alguna especialización, o no es necesario?

Para este proyecto se necesitan fisioterapeutas formados en fisioterapia neurológica y especializados en este tipo de rehabilitación para bebés, jóvenes y/o adultos; terapeutas que puedan y sepan transmitir conocimientos, por ejemplo, sobre terapia Bobath, Perfetti, Vojta… técnicas muy específicas y que requieren mucho empeño y dedicación.

¿Cuáles son las principales patologías que se tratan allí?

El AOSSHP atiende a personas con todo tipo de problemas de salud, pero gran parte de su actividad se centra en dar cuidado, atención, servicios y un hogar a pacientes con enfermedad mental, la mayoría residentes.

Se pueden encontrar muchos casos de parálisis cerebral, retrasos mentales y motores en diferentes formas y de diferentes orígenes (carencias de la madre o del bebé en el periodo gestacional o en los primeros meses de vida, problemas en el momento del parto, malnutrición…), y problemas psicomotores y neurológicos asociados, en diversas formas.

Muchos de los usuarios han sido abandonados por sus familias, por no poder ocuparse de ellos, por creencias religiosas o por el estigma social que supone tener un hijo o familiar afectado por este tipo de enfermedad. 

Este Hospital cuenta con un nuevo espacio llamado Virgen del Socorro, ¿no es así?

Sí, desde diciembre de 2016 se ha trasladado a los usuarios y residentes con necesidades especiales a la Virgen del Socorro que está situado a unos 3 km de La Antigua. Es un espacio muy nuevo, muy grande y mejor equipado para poder dar mejores condiciones de vida a los pacientes. 

 

 

¿Cuándo sería el voluntariado?

De momento no hay aún ninguna fecha determinada, estamos en fase de divulgación del proyecto, tanto en el Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana como en otras instituciones de la fisioterapia, para poder llegar a la mayor gente posible y encontrar profesionales que encajen con el perfil buscado, dispuestos a hacer crecer el proyecto. Fechas, programas, duraciones, objetivos, se definirán paso a paso y sobre la marcha. 

¿Qué coste tiene para un fisioterapeuta la participación?

El coste del viaje, es decir, del vuelo. Los gastos de alojamiento, comidas, transportes del aeropuerto a La Antigua y viceversa están cubiertos. No obstante, queremos encontrar la manera de financiar o ayudar en la financiación de este viaje, si así fuera esto se aplicaría en beneficio de los voluntarios, pero de momento, lo que he citado antes es lo que está cubierto.

¿Qué le puede aportar a un fisioterapeuta la participación en este proyecto?

En lo personal está el hecho de conocerse, de afrontar y enfrentar situaciones nuevas, de crecer y evolucionar espiritualmente. Solemos tener muchas curiosidades y solemos buscar respuestas a ellas a través de diferentes retos. Cada uno tiene las suyas, y este tipo de viaje suele ser muy interno, aún a pesar de estar tan lejos del hogar. Además, ayudar a otra gente a tener una mejor calidad de vida, supone también una gran motivación.

En lo profesional, el fisioterapeuta podrá ver como se trabaja en otros países, como funcionan a nivel sanitario, sus deficiencias, sus puntos fuertes, y va a poder experimentar la alegría de compartir conocimientos con profesionales de otras partes del mundo, y de contribuir a mejorar la calidad y condiciones de vida de las personas.

Creo, por tanto, que es un proyecto muy interesante a todos los niveles en el que, como en la mayoría de este tipo de trabajos de cooperación, uno recibe más de lo que da.

 

 

¿Y a nivel cultural?

Guatemala es un país mágico, origen de la cultura maya, con ruinas visitables e increíbles, un país diverso y con muchas diferencias sociales, con tradiciones y costumbres diferentes a las nuestras, con una naturaleza exuberante y una arquitectura colonial fantástica como la que se van a encontrar en La Antigua. Un sitio para visitar y descubrir las maravillas de Centroamérica.

 

Además de fisioterapeutas que se sumen a la iniciativa, ¿necesitan alguna otra cosa?

Cualquier ayuda es buena y valiosa, y más si puede darse por parte de personal sanitario cualificado. Otros profesionales podrían colaborar en esta iniciativa. 

Para situar a nuestros lectores, ¿cómo definiría la situación sanitaria del país?

La situación de la sanidad en Guatemala, así como en otros países de América Latina, en general es triste y bastante deplorable. El gobierno no invierte lo necesario ni en instituciones, ni estructuras sanitarias, ni en seguridad social, hay mucho problema de corrupción y desvío de dinero. 

La gente con más recursos se procura una sanidad privada, de más calidad, pero es una minoría de la población guatemalteca. Fuera de los núcleos más turísticos, en las zonas rurales, la mayor parte del país, la sanidad es casi inexistente y mal estructurada. 

¿Esta situación también la sufre la AOSSHP?

Puedo afirmar que la AOSSHP, por su modelo de financiación (en gran parte donaciones), y por su buena estructura, organización y funcionamiento, se sale un poco de la tónica general, es un referente a nivel nacional y debería de ser un modelo a seguir para comenzar a mejorar la situación.

 

¿Cuántos fisioterapeutas trabajan en este hospital y a cuanta población atienden?

El servicio está formado por un total de 11 fisioterapeutas. Ahora mismo, se ha remodelado la unidad de fisioterapia y se ha centrado toda la actividad  en el nuevo centro de Virgen del Socorro. Un par de profesionales atienden las consultas externas y la unidad de bebés y niños en estado de desnutrición; y los demás fisioterapeutas atienden al resto de usuarios en áreas llamadas Hogares.

En general cada fisioterapeuta tiene a su cargo unos 28 pacientes, y el número de tratamientos realizados semanalmente suele ser de 100-120, contando todos los servicios y áreas.

Para finalizar, ¿Qué le diría a todos los colegiados?

Me gustaría decir a todos los fisioterapeutas colegiados que puedan estar interesados en el proyecto que se animen y den el paso para participar en él, que aprovechen la posibilidad de vivir una experiencia personal y profesional tan enriquecedora, que vengan a descubrir por sí mismos la belleza de Centroamérica y de sus gentes en un marco incomparable.